“¿Qué cosa han aprendido hoy? Que para ser médico hay que curar el cuerpo. La psiquiatría no se ocupa de los cuerpos, sino de personas. Aprendieron a seccionar los cadáveres con la precisión de un cirujano. Para nuestros pacientes, no tenemos ningún bisturí que permita penetrar en su enfermedad. Ustedes cortan, nosotros los escuchamos. Ustedes deben combatir el dolor de vuestros pacientes. Nosotros, en cambio, debemos comprenderlo. De hecho, ustedes los duermen para poder operarlos, curarlos. Nosotros, en cambio, debemos despertarlos”.